9788466622929
ENCUENTRO, EL
NADINE GORDIMER
Editorial: Ediciones B Fecha de publicación: 13/04/2005 Páginas: 320Formato: Rústica, 17,5 x 11 cm.
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A un país africano cuyo nombre no se especifica y que acaba de lograr su independencia, llega el coronel Bray, represaliado hace diez años por sus simpatías independentistas. Es el invitado de honor del nuevo presidente Mweta, antiguo compañero de lucha, llamado para compartir el triunfo y colaborar en su gobierno. Pero Bray no tarde en descubrir que la fachada de optimismo oculta profundos y dramáticos contrastes encarnados por Shinza, líder revolucionario, siempre disconforme, quien revela a Bray las amargas verdades del recién nacido régimen. Por otro lado, Bray se entrega a una apasionada relación con la joven Rebecca. En medio de las peripecias personales y colectivas, se ve de pronto obligado a elegir entre revolución y gobierno constitucional, esposa y amante, compromiso y lucidez. Los acontecimientos, siempre más complejos, se precipitan hacia un final imprevisible, pero que se anuncia violento, irremediable.
>Rosa era apenas una niña cuando su padre Lionel Burguer, fue condenado a cadena perpetua por promover la revolución en Sudáfrica. Esta no era la primera vez que lo encerraban, pero sí sería la última. Al morir su padre en la cárcel, empezará para Rosa un camino que la llevará a replantearse lo que realmente significa ser la hija de Burguer. Los orígenes del Partido Comunista de Sudáfrica, las reuniones de blancos y negros en torno a la piscina familiar los domingos, la resistencia, la lucha anti-apartheid. . . Todo lo que ella ha vivido, o conocido a través de la narración de su padre, se irá matizando gracias al contacto de Rosa con esporádicos amantes, amigos de la familia y paisajes de la memoria, hasta adquirir una nueva luz. Intensa novela de política y pasiones, La hija de Burguer es ante todo el penetrante retrato de una mujer impetuosa.
La única idea que Mehring, un industrial cincuentón y aún atractivo para las mujeres, tiene por clara en su vida es la que debe conservar a toda costa su modo de vida. Ni su amante izquierdista, ni su hijo ?un colegial presuntuoso que lleva pelo largo, consiguen socavar su convicción de que tiene el derecho inalienable a seguir en posesión de sus bienes. Y nadie parece cuestionarlo : ni los trabajadores negros que cuidan de su finca en el Transvaal, ni los indios que venden los productos de su tierra, ni los hacenderos boers que le consideran un simple aficionado en los asuntos del campo, ni los negros que viven segregados en ghettos entre la finca y la ciudad. Tan sólo la presencia de un hombre muerto, abandonado cerca de un río, suscita en él cierta inquietud? Como intenso contrapunto a sus recuerdos y fantasías, están las vidas de los que sirven, pero que apenas reparan en él, y también esa otra misteriosa presencia en la serena belleza de la tierra a la que todos se aferran.
Subtítulo: «Las conferencias Charles Eliot Norton 1994».
Traducción de Michael Tregebov.
SUMARIO:
1. La costilla de Adán: Ficciones y realidades.
2. Pendiente de un amanecer: Testimonio e imaginación en escritos revolucionarios.
3. Zaabalawi: El lado oculto. La trilogía de El Cairo, Naguib Mahfuz.
4. El ñame y la navaja: Anthills of the Savannah.
5. La tierra prometida olvidada: Firma, Amos Oz.
6. Aquel otro mundo que era el mundo.
7. Joseph Roth: Laberinto de imperio y exilio.
8. Escribir y ser. Conferencia de recepción del Premio Nobel.
Notas.
Un impactante retrato de Sudáfrica, por la ganadora del Premio Nobel de Lliteratura 1991.
La única idea que Mehring, un industrial cincuentón y aún atractivo para las mujeres, tiene por clara en su vida es la que debe conservar a toda costa su modo de vida. Ni su amante izquierdista, ni su hijo —un colegial presuntuoso que lleva pelo largo, consiguen socavar su convicción de que tiene el derecho inalienable a seguir en posesión de sus bienes. Y nadie parece cuestionarlo : ni los trabajadores negros que cuidan de su finca en el Transvaal, ni los indios que venden los productos de su tierra, ni los hacenderos boers que le consideran un simple aficionado en los asuntos del campo, ni los negros que viven segregados en ghettos entre la finca y la ciudad. Tan sólo la presencia de un hombre muerto, abandonado cerca de un río, suscita en él cierta inquietud… Como intenso contrapunto a sus recuerdos y fantasías, están las vidas de los que sirven, pero que apenas reparan en él, y también esa otra misteriosa presencia en la serena belleza de la tierra a la que todos se aferran.